Y sigue el invierno, y volvemos a conquistar la cumbre del Cerro San Cristóbal. El 2014 fue un año suave, de ir consolidando la actitud de contemplación del nuevo tiempo que vendría. Por eso, en la Región Metropolitana, es una buena opción de subir un poquillo, para contemplar la vida desde altura, mediana y suave, pero altura que permite alejarse de la vida. Fue sólo una caminata de reflexión.
Y la primavera... poco a poco da signos de acercamiento.
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