Un dulce despedida con los Malayos...
La vida se venía dibujando con cambio de dirección y de cerros, desde Chile a Australia. Por eso, quisimos hacer este último cerro antes de volar al continente canguro, junto con los Malayos nuestros compañeros de ruta, testigos de esta hermosa historia de amor junto a mi cordada de la vida, Glenn. Y fue así, que compartimos, como siempre, otra bella jornada malaya. Todo un placer y un privilegio dejarse acompañar por los amigos en el Club. Sin duda, mi experiencia personal con los Malayos fue un gran regalo y luego con Glenn, una gran bendición. Por eso estaremos siempre con el corazón agradecido. Esta salida fue al Cerro Canoítas, un cerro de dificultad baja, un desnivel de 1.000 metros desde el inicio de la caminata en valle del Río San Francisco. El grupo de 37 malayos, logrando cumbre 34 entusiastas y alegres integrantes del grupo. Ocasión en que ofrecimos a una integrante más al Club, nuestra amiga Magdalena, para que pudiera seguir compartiendo los ascensos con este grupo excepcional.
Siempre con el ánimo alto, para llegar... alto, alto!
Que no falte el humor, el ingenio, la lealtad de grupo, la sonrisa amable. Malayos, NOTABLES!! Y la infaltable parada antes de llegar a la ciudad, para celebrar la cumple lograda. Pequeño grupo de malayos agradecidos por la jornada, y del chofer con nos subió al punto de partida.
¡¡Gracias Malayos por ser tan buenos compañeros/as!!
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